ALGORA CRITICA QUE LOS AJUSTES SÓLO AFECTEN A LAS CLASES BAJA Y MEDIA
- Llama a "corregir la perversión del sistema económico, político y cultural que nos rige"
- Exhorta a un "cambio en la conciencia de cada persona y de la sociedad"
El obispo de Ciudad
Real, Antonio Algora, ha reprochado que los ajustes no hayan
"empezado seriamente por los que están los primeros en el ranking social o
económico como políticos, banqueros, directores de empresas multinacionales,
consejeros, deportistas de élite", sino por las clases medias y bajas
de la sociedad.
En una carta pastoral
con motivo de la celebración del Año de la Fe, Algora alienta a los sacerdotes
de Ciudad Real a "ser «evangelizadores» y «transmisores de la fe» en unos
momentos «de incertidumbre y desasosiego»". En esta pastoral, el
obispo de Ciudad Real hace un breve análisis tanto de la crisis económica
actual como de la crisis de fe.
En la primera de
ellas, Algora responsabiliza como una de las causas de la crisis económica a
«la combinación de errores técnicos y responsabilidades morales». Pero
como primera causa «es el egoísmo del hombre que cuando tiene poder y dinero
ejerce su influencia en las organizaciones socio-económicas que producen
desigualdad e injusticia», reflexiona.
Para el prelado,
los mercados son «los que mandan». Pero «no se habla de la crisis moral y
espiritual que deja desprotegido al hombre frente a la ambición y al egoísmo de
los poderosos». Algora recuerda que en los discursos y declaraciones «hablan de
que para salir de la crisis hay que apretarse el cinturón ya que no podemos
gastar más de lo que tenemos». Sin embargo, añade, «se comprueba que el
ajuste no ha empezado seriamente por los que están los primeros en el ranking
social o económico».
E insiste en que a
través de los medios de comunicación «se justifican los altos ingresos por la
responsabilidad y rentabilidad social» y se comprueba «cómo la crisis la
están padeciendo, sobre todo, las clases bajas y medias», critica.
Por ello, exhorta a
un «cambio en la conciencia de cada persona y de la sociedad», pues sin
referencia ética, «no se puede comprender el origen de la crisis». El obispo de
Ciudad Real culpabiliza el inicio en el «afán desmedido de poseer que encuentra
en los mercados el medio para que unos se enriquezcan sobre medida sin
importarle las consecuencias que para otros se deriven». Y solicita un «cambio
de mentalidad» y a «corregir la perversión del sistema económico, político y
cultural que nos rige».
En este documento,
aborda además la lectura creyente de la situación actual, la fe cristiana en
cada uno de sus ámbitos y la relación fe-Caridad, así como la dimensión pública
de la fe y una pequeña referencia a san Juan de Ávila como testigo de la fe.
(Religión Digital)
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