domingo, 4 de mayo de 2014

MANIFIESTO ANTE LAS ELECCIONES EUROPEAS 2014

CARITAS, CONFER, HOAC,
JUSTICIA Y PAZ y AEFJ (África-Europa Fe-Justicia)
ANIMAN A LA MASIVA PARTICIPACIÓN
EN LAS ELECCIONES EUROPEAS
El próximo 25 de mayo los españoles estamos convocados a elegir 54 de los 751
diputados que compondrán el nuevo Parlamento Europeo y que representarán a unos
490 millones de ciudadanos europeos (28 países miembros). En estas elecciones, el
nuevo Parlamento estrena mayores competencias: elige al Presidente de la Comisión,
tiene que aprobar al conjunto de los miembros que propone el Consejo Europeo para
formar la Comisión y puede destituir a la Comisión mediante una moción de censura.
El gran reto al que se enfrentan los ciudadanos europeos es la desinformación acerca
de las instituciones, funcionamiento y repercusiones de lo que se realiza, día tras día,
en la Unión Europea, unido al casi total desinterés por lo que en la UE se debate.
Desde nuestra común identidad cristiana y a la luz del Evangelio y la Doctrina
Social de la Iglesia, animamos a todos los votantes a tomar conciencia de la
importancia de este momento, donde con nuestro voto podemos construir una
Europa más justa y solidaria con las personas y los países más débiles y
vulnerables.
La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) anima,
con motivo de la convocatoria de las elecciones al Parlamento europeo, a configurar
Europa como una comunidad de solidaridad y responsabilidad, basada en un modelo
de economía social de mercado en el que no solo prime la economía y donde tengan
la debida importancia la moral, la política y la voluntad decidida de preservar los
derechos fundamentales de todas las personas.
Nuestras organizaciones consideran necesario apostar decididamente por una Europa
comprometida con una justicia económica y social universal, dispuesta a:
a) Establecer un marco de protección de los derechos económicos y sociales, e
impulsar políticas de lucha contra el desempleo -especialmente el juvenil y el de
larga duración- orientado a la creación de puestos de trabajo dignos para todos.
b) Promover la reducción de la pobreza y la exclusión social a través de
instrumentos como el salario mínimo interprofesional y una renta básica
familiar.
c) Reforzar la cooperación a favor del desarrollo económico, los derechos
humanos y la democracia tanto en los países más pobres como en los de
nuestro entorno.
d) Adoptar políticas que mejoren la regulación de los mercados financieros, a fin
de frenar la especulación y la evasión fiscal, favorecer su transparencia y su
adecuación a la economía real y productiva, promoviendo la desaparición de los
paraísos fiscales y el secreto bancario, y aplicando impuestos a las operaciones
financieras internacionales.
e) Impulsar normativas y políticas que aseguren mayor respeto del medio
ambiente, la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.
f) Promover una reforma del sistema económico-financiero global, a fin de
ponerlo verdaderamente al servicio del bien común universal, favoreciendo la
creación de una autoridad política democrática universal que lo haga posible
Así mismo, consideramos que Europa no puede renunciar a un mayor compromiso
con los derechos humanos, base del respeto de la dignidad de la persona. Entre
otros retos, es urgente garantizar los derechos humanos de los migrantes y reforzar
la lucha contra la trata de personas, evitando la mortalidad en el mar y las fronteras,
estableciendo vías efectivas y realistas para la inmigración laboral y el asilo en
Europa, impulsando la integración social y luchando contra el racismo y la
xenofobia.
Es necesario, además, que todos los países europeos trabajen por una paz
universal promoviendo el desarme y el control del comercio de armas.
Los problemas y retos a los que se enfrenta Europa son muchos y muy complejos.
La construcción de Europa como un gran espacio de integración política y económica, de
justicia social, de promoción del desarrollo humano integral y de la paz, con vocación de
referencia mundial, es una meta irrenunciable a la que todos debemos contribuir
ejerciendo nuestro derecho a votar.
Por ello, como creyentes y como hombres y mujeres de buena voluntad, no podemos
permanecer indiferentes ante estas elecciones, tras la excusa de lo complicado de las
instituciones, del desencanto generalizado o del sentimiento negativo de que “nada vale la
pena”.
Invitamos a toda la ciudadanía a participar, a través de las urnas, en la construcción de
otra Europa más acogedora y más justa, y a asumir un compromiso activo en la defensa
de los derechos de los últimos y no atendidos por parte de las estructuras legislativas y
ejecutivas de la UE.

jueves, 1 de mayo de 2014

Comunicado del 1º de Mayo

Ante un nuevo 1º de mayo, día internacional de los trabajadores  y las trabajadoras, fiesta del movimiento obrero mundial, la HOAC y la JOC, movimientos de Acción Católica especializada en el mundo obrero, queremos ofrecer nuestra reflexión.
Recordamos en este día a tantos trabajadores y trabajadoras que sufrieron y continúan sufriendo a lo largo de la historia condiciones precarias e inseguras de trabajo, lo que les ha llevado a perder la salud e incluso la vida. Trabajadores explotados por la usura de los empresarios, o de grupos multinacionales o financieros, que especulan y no dudan, en poner como centro de la actividad económica el beneficio y el dinero.
Así la persona y sus familias, son mercancía que se compra a cambio de un salario cada día menor. También recordamos a quienes, siendo un ejemplo de resistencia y lucha, han permitido que el colectivo obrero y la sociedad en general, avanzáramos hacia un mundo de justicia, igualdad, paz y desarrollo y nos implicáramos en la construcción de un mundo más fraterno.
Denunciamos que el Mundo obrero está sufriendo las consecuencias de una desigualdad cada vez mayor, entre países y dentro de cada país. El trabajo convertido en un factor más de la producción y al servicio del capital, está dejando de ser un elemento esencial para que las personas y las familias puedan vivir con dignidad. Un escenario nefasto para el desarrollo de la vida de tantas personas ¿Por qué no podemos vivir sin trabajo, y si trabajamos perdemos la vida? puede parecer exagerado… ¡pero no! Actualmente en España nos encontramos  con una escalofriante tasa de desempleo del 26% (5.896.300 de personas) [1],  del 56% si hablamos de jóvenes. Quienes encuentran trabajo, casi en su totalidad, obtienen empleos precarios e inestables [2] que también nos van quitando la vida, a veces incluso con salarios que no permiten salir de la pobreza.
Hay un ataque planificado y dirigido a redistribuir la riqueza desde la mayoría humilde obrera y trabajadora  hacia un grupo dominante minoritario, aplicando la despiadada ideología neoliberal en un mundo con fronteras para las personas, pero no para el dinero.
El reciente Informe Foessa “Precariedad y cohesión social”, presentado por Cáritas y cínicamente cuestionado por el gobierno, constata el empeoramiento de la situación laboral y social que se extiende a amplios sectores de la población.
En España la fractura social entre los más pobres y los más ricos se ha ensanchado un 45%. Cinco millones de personas se encuentran afectadas por situaciones de exclusión severa, un 82,6% más que en 2007, en su mayoría familias trabajadoras. Las diferencias son mucho más claras según la edad: los jóvenes menores de 29 años representan el 44% de las personas excluidas, y la exclusión social en la infancia se está convirtiendo en un problema de primer orden.
Es evidente el empobrecimiento acelerado del mundo obrero, que día a día encuentra más dificultades en el acceso a sus necesidades y derechos más básicos (alimentación, salud, vivienda, educación…) Esto contrasta con el creciente enriquecimiento de las élites económicas y financieras.
Ante la situación de insolidaridad estructural que se vive en todo el mundo respecto a los trabajadores, y más si cabe respecto a jóvenes que quieren y no pueden trabajar, observamos que las condiciones de vida que ofrece nuestra sociedad no son decentes porque humillan a grandes cantidades de personas abocándolas al desempleo o a trabajos precarios permanentes y mal remunerados que no garantizan una vida digna; a la pobreza que impide un mínimo proyecto de vida personal y familiar sostenible y duradero.
¿Tiene sentido seguir hablando de trabajo digno? ¿Cómo mirar desde una perspectiva cristiana la realidad del trabajo? ¿Puede ser hoy Buena Noticia nuestra manera de comprender el trabajo a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)?
Ofrecemos la reflexión de la DSI, que establece el trabajo como la clave de la cuestión social. El Papa Francisco se ha referido repetidamente a la importancia del trabajo para tener una vida digna: “Donde no hay trabajo, falta la dignidad. Y esto (…) es consecuencia de una elección mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia; un sistema económico que tiene en el centro un ídolo, que se llama dinero.” [3]


La persona  debe ser y estar en el centro de la actividad económica, de la política, de las relaciones laborales, del trabajo. La forma en que se está organizando el trabajo y la sociedad nos deshumaniza, nos impide el desarrollo personal, familiar, social y nos condena, a vivir para trabajar, dispuestos a aceptar cualquier condición laboral. Se supedita al ser humano y a la familia a esta lógica.
Reconocemos que a pesar de esta situación, amigos, vecinos y familiares, voluntarios anónimos, movimientos y entidades sociales, organizaciones obreras, colectivos de Iglesia como Cáritas o Manos Unidas y otros muchos están ofreciendo experiencias de apoyo mutuo, de resistencia pacífica, de alegría en el compartir lo que no sobra. Experiencias que rechazan el individualismo, que mantienen viva la esperanza en que el tiempo dará la razón a los que ahora son olvidados por las estructuras.
Proponemos la Buena Noticia de Jesús de Nazaret, que sigue teniendo una extraordinaria fuerza profética y revolucionaria, pues la escala de valores que nos propone subvierte de raíz el orden establecido. El Evangelio anuncia que la vida humana no tiene otro sentido que dar vida, gastarse en la tarea de hacer posible que otros tengan vida. Por eso hoy debemos “convertir en actores a los que sólo son espectadores”, como decía Guillermo Rovirosa, promotor de la HOAC, o recordar nuevamente que “un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo” como afirmaba Cardjin, fundador de la JOC.
Nos sentimos llamados y llamadas a repensar la economía y la política desde el carácter humanizador que tiene el trabajo, y sabiendo que el empleo fijo y para toda la vida probablemente ya no volverá, mientras perdure este sistema capitalista. Hemos de trabajar por garantizar una renta básica para que todas las personas tengan los mínimos para vivir con dignidad, sin renunciar a la defensa de un trabajo digno. Debemos poner nuestra mirada en los que no pueden esperar, no podemos conformarnos con que nuestro modelo de vida se caracterice por la precariedad vital que la crisis ha generado.
Reivindicamos seguir luchando por la defensa y extensión de los derechos sociales y por la necesaria renovación y fortalecimiento del movimiento sindical. Es hora de seguir construyendo pequeñas alternativas en lo económico y en lo relacional, basadas en el incremento del compartir, a veces incluso lo que no sobra, a contracorriente y en contraposición de la cultura falsa e inhumana del “tener más para vivir mejor”. Pequeñas, pero imprescindibles experiencias para imaginar e ir viviendo desde ya un futuro mejor posible frente al “único” pretendido por los que nos han traído hasta la situación actual. Es imprescindible que los cristianos y cristianas trabajemos activamente, junto a nuestros hermanos de trabajo, en la radical “defensa del pueblo deshumanizado, empobrecido y crucificado” en palabras de Ignacio Ellacuría.
Animamos a seguir construyendo esa nueva sociedad, de relaciones humanas, sociales, laborales, que sean  camino de humanización, de fraternidad y vida de comunión.
Anunciamos que las tristezas y las angustias de los trabajadores y trabajadoras, sobre todo de quienes más sufren, son también las  tristezas y angustias de quienes seguimos al Cristo obrero, al carpintero de Nazaret, que proclamó el Reino de Dios y su justicia. Continuamos celebrando la lucha obrera y mientras, tenemos el reto de seguir mostrando el amor al mundo obrero  y la fuerza solidaria  que tiene Jesucristo.
1 de mayo de 2014
[1] Datos de la EPA (1Trim. 2014)
[2] El 92,3% de los contratos registrados durante 2013 fueron de carácter temporal según el informe Foessa “Precariedad y cohesión social”.

Pastoral Obrera de la CEE: Si falta trabajo, la dignidad humana está herida

Nota del Departamento de Pastoral Obrera de la CEE para la festividad del 1º de mayo, San José Obrero. Desde sus comienzos la Doctrina Social de la Iglesia ha fundamentado la dignidad de toda persona en la condición de hijos e hijas de Dios, y ha proclamado la necesidad de poner en práctica el principio evangélico que invita a la acción: “os aseguro que lo que hayáis hecho a uno solo de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40). El primero de mayo, fiesta de San José Obrero y fiesta cristiana del trabajo, supone para los trabajadores que profesan la fe la ocasión de recordar y agradecer, también, esas luchas por la dignidad y la justicia de todos aquellos que han hecho de su vida un compromiso en favor de la dignidad del trabajo humano, que se han esforzado por reconocer en él la dignidad de los trabajadores y trabajadoras que lo realizan.
En cada hombre y mujer que diariamente se esfuerza en realizar su trabajo, con el que contribuye a realizar la voluntad creadora y salvífica del Padre, contemplamos el sagrado reflejo de Dios que quiso encarnarse en Jesús de Nazaret para mostrarnos el verdadero camino de humanización y liberación que nos dirige y acerca hacia el Reino de la Paz y la Justicia, hacia el Reino de la Vida y del Amor.
Por eso, cualquier ataque a la dignidad del trabajo humano es, intrínsecamente, un ataque a la dignidad de los hombres y mujeres que lo realizan, y por ello una negación de Dios. El desempleo, la precariedad laboral, el subempleo, la economía sumergida, las condiciones de explotación o de inseguridad e insalubridad laboral, el trabajo infantil, la discriminación laboral por razones de sexo o raza, la injusticia de los salarios y otras condiciones laborales, todo ello son heridas a la dignidad humana que se clavan en las personas de los trabajadores, y que repercute gravemente en sus condiciones de vida, y en las de sus familias, deshumanizando su existencia. Cuando la vida social –también el trabajo- pone en el centro al dinero, y no a la persona, negamos la primacía del ser humano sobre las cosas, negamos la primacía de Dios (Evangelii Gaudium 55). La manera de concebir hoy el trabajo humano genera pobreza y exclusión y deshumaniza a los trabajadores.
Como creyentes en el Dios de la Vida no podemos permanecer impasibles ante ese sufrimiento humano. Estamos llamados a trabajar por la humanización de nuestro mundo, en caminos de justicia y solidaridad que construyan el bien común, pues como nos ha recordado el Papa Francisco, hacer oídos sordos a ese clamor, cuando nosotros somos los instrumentos de Dios para escuchar al pobre, nos sitúa fuera de la voluntad del Padre y de su proyecto (Evangelii Gaudium 187). Ya el Beato Juan Pablo II nos hizo caer en la cuenta de que en la mayoría de los casos “los pobres aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano: bien sea porque se limitan las posibilidades del trabajo —es decir por la plaga del desempleo—, bien porque se deprecian el trabajo y los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y de su familia” (Laborem Exercens 8).
En estas fechas no podemos dejar de recordar a quienes han perdido la vida o la salud en los llamados “accidentes laborales”. La siniestralidad laboral es una lacra, muchas veces fruto de las mismas condiciones de precariedad, de inseguridad, de escasa formación, de temporalidad en la contratación, y de baja remuneración, que pone de manifiesto esas heridas a la dignidad del trabajador y del trabajo humano, pero que sobre todo tiñen de dolor la existencia de tantas familias que se ven abocadas a la pérdida de sus seres queridos, a la incapacidad de sus miembros para poder trabajar, y que se ven condenadas a una existencia más sumida en la pobreza. Precisamente el 28 de abril, unos días antes del primero de mayo, se celebra el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo. Para nosotros es ocasión de orar por los “obreros muertos en el campo de honor del trabajo”, como decimos al rezar la oración que marca cotidianamente la existencia de los militantes de los movimientos apostólicos obreros. Es ocasión de reforzar la cercanía misericordiosa y compasiva con las familias de las víctimas de la siniestralidad laboral. Y es ocasión de sentirnos urgidos en nuestra militancia cristiana a denunciar las condiciones deshumanizadas en que tantas veces se desenvuelve el trabajo humano, y las consecuencias catastróficas de muerte, pérdida de salud, y pobreza familiar que entrañan.
Celebrar el primero de mayo desde la fe en Jesucristo es para la Iglesia motivo de esperanza y compromiso. Es querer proclamar que “en el trabajo humano el cristiano descubre una pequeña parte de la cruz de Cristo y la acepta con el mismo espíritu de redención, con el cual Cristo ha aceptado su cruz por nosotros. En el trabajo, merced a la luz que penetra dentro de nosotros por la resurrección de Cristo, encontramos siempre un tenue resplandor de la vida nueva, del nuevo bien, casi como un anuncio de los nuevos cielos y otra tierra nueva” (Laborem Exercens 27).
Celebrar el primero de mayo desde la fe es sentirnos nuevamente comprometidos a trabajar por un trabajo digno para todo hombre y mujer. El que nos recordaba Benedicto XVI que, en cualquier sociedad, ha de ser“expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer: un trabajo libremente elegido, que asocie efectivamente a los trabajadores, hombres y mujeres, al desarrollo de su comunidad; un trabajo que, de este modo, haga que los trabajadores sean respetados, evitando toda discriminación; un trabajo que permita satisfacer las necesidades de las familias y escolarizar a los hijos sin que se vean obligados a trabajar; un trabajo que consienta a los trabajadores organizarse libremente y hacer oír su voz; un trabajo que deje espacio para reencontrarse adecuadamente con las propias raíces en el ámbito personal, familiar y espiritual; un trabajo que asegure una condición digna a los trabajadores que llegan a la jubilación” (Caritas in Veritate 63).
Este año se celebra el vigésimo aniversario de la publicación del documento de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española “La Pastoral Obrera de toda la Iglesia”. Siguen siendo vigentes las interpelaciones que entonces recibíamos del mundo del trabajo, y el compromiso misericordioso de caminar encarnados en sus condiciones de vida. Sigue siendo vigente el envío y la misión eclesial de evangelizar el mundo del trabajo, a ella nos sentimos renovadamente enviados todos los miembros de la Iglesia, especialmente quienes han hecho de la Pastoral Obrera por encargo de la Iglesia su ámbito de evangelización. Quiero agradecer y animar el compromiso de los militantes obreros cristianos en ese empeño humanizador y evangelizador del mundo del trabajo.
¡Hasta mañana en el altar!
Antonio Ángel Algora Hernando, Obispo de Ciudad Real, Obispo Responsable de Pastoral Obrera de la CEE

domingo, 20 de abril de 2014

PRESENTACION PLATAFORMA ANDALUZA DE BARRIOS IGNORADOS

 HOAC DE HUELVA
 te invita:
PRESENTACION DE LA PLATAFORMA ANDALUZA DE BARRIOS IGNORADOS
 que tendrá lugar el próximo día 22 de abril en el Centro Social los Desniveles .

MOVIDOS POR:

- Hacer visible y pública la situación de los barrios ignorados,
- La situación de cuarto trastero en la que se convierten estos barrios.
- Los problemas de pobreza, exclusión y marginación que viven nuestros barrios,
- El deterioro urbano, de viviendas, de espacios públicos y el déficit de infraestructuras que se repite en todos estos lugares.


Porque consideramos fundamental, la participación directa de las personas afectadas, organizadas y no organizadas. Sólo así, nos convertiremos en protagonistas de los procesos, para que estos sean realmente efectivos y deseados por la comunidad y exigir un cambio en la forma de trabajar de las Administraciones Públicas

PONENTE: ALFONSO ALCAIDE (Sociólogo y militante de la HOAC de Sevilla)

LUGAR: Centro Social los Desniveles (Bda. de la Orden) A las 19.00 horas.

sábado, 12 de abril de 2014

domingo, 6 de abril de 2014

Encuentro anual de profesionales cristianos

Militantes de la HOAC de Huelva, participaron el  sábado, 5 de abril, en el encuentro anual de profesionales cristianos, realizado en el Seminario Diocesano de Huelva, en esta ocasión, relacionados con el mundo de la economía y de la empresa, un ámbito para la reflexión ética y moral en torno al mundo de la empresa y la economía a la luz de la fe y de la doctrina social de la Iglesia. Para dicho encuentro  se conto con la presencia del profesor Enrique Lluch Frechina, profesor de economía de la Universidad Cardenal Herrera CEU de Valencia, que hablo sobre "Economía y espiritualidad cristiana". El ponente intento dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Tiene algo que decir la fe cristiana al mundo de la economía y la empresa; o son realidades divergentes?

domingo, 30 de marzo de 2014

ACTO FINAL CAMPAÑA HOAC DE ANDALUCIA: LA PERSONA ES LO PRIMERO


Ayer estuvimos en Cordoba, cerca de 400 personas de toda Andalucia,para concluir con un acto de denuncia profetica y compartiendo nuestra vida en una eucaristia , militantes y amigos, familiares de la HOAC DE ANDALUCIA, fuimos de todas las diocesis de Andalucia, pasamos mucho frio bajo la lluvia, pero no importaba, queriamos poner de manifiesto que para Dios,"La persona es lo Primero", y como miembros de la Iglesia de Dios,denunciamos todas las situaciones que estan padeciendo las personas y las familias obreras en nuestra Andalucia y en el resto del pais, hacer visible esa preocupacion de la Iglesia por estas situaciones.Le doy gracias al Padre por haber tenido fuerzas para asistir.Los/as militantes de la Hoac, seguiremos comprometidos/as en las realidades de sufrimiento de las personas y no nos cansaremos de "gritar" que LA PERSONA ES LO PRIMERO"
( A pesar de que en el video dice que no esta la Eucaristia, si se puede ver alguna parte de ella)



sábado, 22 de marzo de 2014

ACTO CAMPAÑA "LA PERSONA ES LO PRIMERO"

Desde la Hermandad Obrera de Accion Catolica de Huelva,(Hoac) os invitamos al Acto que se celebrara el proximo 29 de Marzo en Córdoba con motivo de la celebración de nuestra Campaña Andaluza "La persona es lo Primero".Somos un movimiento eclesial cuya mision es llevar la buena noticia de Jesus al Mundo Obrero y la Voz del Mundo Obrero a la Iglesia, es dificil pero es nuestra misión.estamos presentes en la Cumbre Social y en otras plataformas que tienen que ver con la lucha por la justicia social y lo hacemos desde nuestra fe cristiana.

La Persona es lo primero 2014

La Persona es lo primero

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Hermandad Obrera de Accion Catolica de huelva

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HUELVA, ANDALUCIA