martes, 29 de junio de 2010

Banca ética Fiare: Un proyecto financiero alternativo y transformador en manos de la ciudadanía

07/06/2010. Fuente: Ramón Aguadero Miguel (Noticias Obreras Junio 2010). Noticia leída 38 veces.
En este artículo resumo en primera persona el momento que vive esta propuesta desde mi participación en la misma, remarcando el «valor añadido» de FIARE y las razones de mi apuesta por este proyecto que, pequeño y humilde, se consolida día a día desde el tejido asociativo del que sus integrantes forman parte, trabajando por la transformación social en un camino no exento de dificultades, con la opción manifiesta de colaborar en la construcción de otro mundo posible desde el campo de la intermediación financiera.

Banca ética Fiare: Un proyecto financiero alternativo y transformador en manos de la ciudadanía



Ramón Aguadero Miguel[1]
 
Desde hace tiempo Noticias Obreras viene mostrando en sus páginas el interés de numerosos ciudadanos y colectivos por una banca alternativa que esté al servicio de las personas, recuperando el valor social del ahorro y de la actividad financiera. Cuestión que cobra especial importancia en esta época de crisis de modelo cultural y económico en el que la banca tradicional juega un papel preponderante y parece no estar dispuesta a modificar unas prácticas inmorales cuyos efectos a nivel planetario todos los estamos sufriendo, con especial incidencia en los sectores más vulnerables. En este artículo resumo en primera persona el momento que vive esta propuesta desde mi participación en la misma, remarcando el “valor añadido” de FIARE y las razones de mi apuesta por este proyecto que, pequeño y humilde frente al “márketing solidario y ético” de otras opciones que acaparan la atención mediática, se consolida día a día desde el tejido asociativo del que sus integrantes forman parte, trabajando por la transformación social en un camino no exento de dificultades, con la opción manifiesta de colaborar en la construcción de otro mundo posible desde el campo de la intermediación financiera.
 
Mi incorporación a Fiare Sur: Una opción desde el proyecto de vida personal
La HOAC nos ha enseñado a construir en libertad y comunión un proyecto de vida que integre de manera armónica las distintas realidades personales, y que nos ayude, en nuestras circunstancias concretas, a ser semilla del Reino allá donde nos encontremos. Una preocupación constante que he manifestado en los últimos años, y del que siempre ha sido partícipe mi equipo, ha sido el papel transformador del ahorro al servicio de la justicia. Una inquietud que ya en el lejano año 2001 me llevó a conocer las distintas experiencias de economía alternativa que se daban en nuestro país, participando en el Encuentro de economía plural y solidaria celebrado en Córdoba esa primavera, y del que me hice eco en un sencillo artículo publicado en Noticias Obreras (nº 1.291). El proyecto Fiare no existía en esos momentos, pero sí el germen de numerosas personas y movimientos que participaban en diferentes propuestas a escala local desde actividades económicas y financieras no regladas cuyo valor era la rentabilidad social y no el máximo beneficio. En el citado artículo presentaba las diferentes concepciones de banca ética que entonces se estaban dando en nuestro país, desde la interesada y falsa opción de tarjetas solidarias o de “fondos éticos” de la banca tradicional (que siguen siendo una estrategia de márketing que se apropia de la solidaridad de las personas para tranquilizar conciencias y fidelizar clientes con efectos perversos sobre los excluidos del sistema), a todo un rico entramado de iniciativas de grupos sociales que trataban de dar un rendimiento social al ahorro poniendo en conexión personas que asumían el control de su dinero con colectivos que necesitaban del mismo precisamente porque la banca tradicional no era capaz de “fiarse” de ellos. Muchos de estos colectivos están participando hoy en Fiare, como los promotores del proyecto en Andalucía, integrantes de la plataforma Fiare Sur, y van (vamos) haciendo realidad unas sencillas prácticas que no vienen sino a convertirse en alternativa, desde la actividad bancaria reglada, al sistema tradicional.
 
Fiare, un proyecto en construcción al servicio de la justicia, en red y desde las redes sociales
No voy a insistir en los valores del proyecto Fiare, una banca ética que apuesta por financiar actividades económicas con un impacto positivo y transformador, y que ofrece instrumentos de ahorro e inversión responsables. Cualquiera que sea sensible al tema, recordará la reciente entrevista aparecida en Noticias Obreras (nº 1.493) y encontrará en la misma los pilares en los que se sustenta: crédito al servicio de la justicia; intermediación ciudadana desde las redes ciudadanas; ahorro responsable, participación y transparencia; carácter no lucrativo e interés común. Características básicas que no nos sueñan extrañas, preñadas de humanismo y expresión de las convicciones de muchos de los que impulsaron el proyecto inicial. Sí quiero insistir en una frase de Peru Sasía que me parece fundamental: “se trata de que la ciudadanía se dé cuenta de que las decisiones de consumo de cada día, particularmente las de consumo financiero, tienen una trascendencia política”. Este es el quid de la cuestión para que como personas y colectivos preocupados por construir una sociedad alternativa, con criterios de equidad y justicia, asumamos que se hace urgente el tomar postura en nuestras acciones y relaciones con el sistema bancario. Algunos podrán pensar que nosotros estamos centrados en los empobrecidos del mundo obrero, nuestra tarea específica, y que “eso” de la banca ética quizá corresponda a sectores con otro estatus social, o tal vez a los elementos de esa “aristocracia obrera” a la que gusta referirse Díaz Salazar. Frente a esta opinión, que no comparto en absoluto, quiero plantear mi reflexión personal, escribiendo este artículo precisamente un día después de la celebracion del 1º de Mayo, cuando he podido constatar en Málaga la desmotivación de los trabajadores y trabajadoras para manifestarse y exigir empleo digno, a pesar de la que está cayendo, con un índice de paro en la ciudad que supera el 30 por ciento, y la falta de audacia de los sindicatos mayoritarios para exigir medidas más contundentes a favor de los excluidos del sistema.
 
Los militantes somos conscientes de que la actividad económica no es neutral, pero parece como si la complejidad del momento presente, y en particular la del sistema financiero, hiciera imposible plantear alternativas. Sin embargo, todos tenemos que utilizar, aunque nos disguste, los servicios de un banco tradicional. La cuestión es, por tanto, si como sociedad somos capaces de general un proyecto alternativo, que no se plantee como un simple lavado de cara para tranquilizar conciencias, sino que vaya a la raíz del sistema, partiendo de una propuesta cultural radical que ponga en entredicho los fundamentos del capitalismo atroz que nos devora. Porque, pasados dos años del inicio de la crisis financiera y, a pesar de los anuncios de recuperación: ¿de verdad pensamos que estamos saliendo del túnel, con la situación social y económica que atraviesan nuestro país y los del entorno?[2] Una crisis de modelo de civilización porque ésta es inviable, en sus realizaciones económicas, en sus manifestaciones culturales y en las lógicas de conformación social al servicio del orden establecido. En septiembre de 2008, ante el “susto” de que el sistema se derrumbase y nos aplastase a todos debajo, se habló de “refundar” el capitalismo y de una serie de medidas concretas. Casi dos años después, y conseguida la inyección multimillonaria que todos y todas hemos regalado a los caníbales financieros[3], nadie habla ya ni de la Tasa Tobin, ni de los paraísos fiscales, ni de frenar la especulación financiera, ni de parar la inmoralidad de contratos blindados ni de las responsabilidades penales de los que han consentido y se han enriquecido con este caos. ¿No estamos en un momento lo suficientemente grave como para plantearnos alternativas concretas, también en el campo financiero? Un proyecto serio y creíble, desde nuestras posibilidades reales, con profesionalidad y conocimiento del sistema, aportando lo que somos y tenemos, desde la terca esperanza de los que confían en los frutos del trabajo compartido, gratuito y al servicio del bien común.
 
 
Fiare, un proyecto arriesgado pero ilusionante
En 2003 nació la Fundación Fiare con el objetivo de poner en marcha el proyecto que estamos comentando. En 2005 Fiare empezaba su camino como agente de la Banca Popolare Ética (BpE). Una entidad bancaria regulada y supervisada por las autoridades públicas competentes en la que se realizan las primeras captaciones de ahorro y la concesión de préstamos a proyectos con impacto social positivo. Desde entonces, y creciendo desde el tejido asociativo, Fiare es una realidad cuya actividad financiera de recogida de ahorro y concesión de financiación está poniendo más de 300.000 euros mensuales al servicio de las necesidades de crédito de diversos sectores: inserción social y laboral, cooperación, comercio justo, agroecología y transformación de valores. A cierre del 2009, Fiare había concedido financiación a más de 90 proyectos, por un valor total superior a los 13 millones de euros, con un ahorro recogido superior a los 20 millones de euros. Cifras humildísimas frente a los números de la banca tradicional, pero expresión de que la realidad sólo es posible cambiarla si nos ponemos manos a la obra.
 
Aparte de las cifras, otra de las características que hacen creíble el proyecto es su modelo de construcción como una extensa red jurídicamente vinculada a movimientos sociales de todo el Estado. Un banco en manos de la ciudadanía y de sus organizaciones sociales, democrático, cuyo funcionamiento se basa en los principios de la participación, la cooperación y la transparencia[4].
En la actualidad Fiare está constituido por nueve redes territoriales y una sectorial (COOP57), que agrupan a más de 500 organizaciones, estando presente en Euskadi, Navarra, Catalunya, Madrid-Zona Centro, Valencia, Andalucía-Extremadura, Galicia, Castilla y León y Canarias (existen redes en proceso de construcción en La Rioja y Baleares). Estas redes sociales constituyeron en octubre de 2009 una cooperativa de ámbito estatal, para posteriormente fusionarla con bases sociales procedentes de la Banca Popolare Italiana (BpE) y la sociedad cooperativa francesa La Nef para la creación de una Cooperativa de Crédito Europea de Banca Ética.
 
Fiare lleva ya cuatro años de actividad. En plena crisis financiera, es obvio que las circunstancias actuales también le afectan, pues también se da una disminución de la actividad económica en las empresas del Tercer sector, y la bajada del euribor tiene sus repercusiones en una entidad que no vive de las comisiones, sino de un margen financiero ajustado. Sin embargo, su volumen de negocio ha crecido y la propuesta sigue expandiéndose por el territorio nacional.
 
De manera paralela a su actividad financiera, Fiare tiene puesta en marcha su campaña de captación de capital social para constituirse, esperamos que en un cercano 2012, como cooperativa de crédito estatal. Es aquí donde también podemos participar. Personas y colectivos pueden acercarse a las distintas sedes territoriales, conocerlas más de cerca, implicarse y complicarse en distinto grado según las posibilidades de cada cual. Desde el simple voluntario que se involucra en la difusión del proyecto en su ambiente, hasta los que suscriben capital social de la futura cooperativa (con cantidades asequibles a partir de 300 euros para personas y 600 euros para entidades sin ánimo de lucro), o los que optan por convertirse en socios promotores, aportando además de su tiempo, un dinero a fondo perdido para los gastos de funcionamiento y de puesta en marcha. Paralelamente esta abierta la financiación a cualquier colectivo u asociación para actividades con impacto social positivo, con condiciones más ventajosas que la banca tradicional, cuestión que también es importante divulgar en nuestros lugares de compromiso.
 
Sólo desde el apoyo de personas y organizaciones concretas, aquellos que quieren dar un sentido ético a sus recursos y ponerlos al servicio de la justicia, se está haciendo posible la construcción de esta Banca Ética, independiente, alternativa y con afán de transformación social. En Andalucía varios militantes de diversas provincias participamos en el proyecto con diversos grados de implicación[5]. Pienso que es necesario que personalmente, en equipo y como organización reflexionemos sobre estas cuestiones. Seguro que entre todos y todas tenemos mucho que aportar y recibir.
 
 


[1] Socio de Fiare Sur y militante de la HOAC de Málaga. ramon_aguadero@yahoo.es
[2] No me voy a referir aquí a las repercusiones sobre las poblaciones excluidas del Sur, pues todos las sabemos. Destaco simplemente, las derivadas de la falta de apoyo financiero que hacen ya completamente inviables los objetivos de Desarrollo del Milenio, en especial las medidas encaminadas a unas reglas comerciales más justas, que han quedado completamente olvidadas y abocan aun más a la miseria, al sufrimiento y a la muerte, a los más de mil millones de empobrecidos (y creciendo) que (mal)viven en el planeta.
[3] En septiembre de 2008, en UN SOLO DÍA se inyectaron a los bancos 700.000 millones de dólares, cuatro veces más que lo presupuestado para que, en QUINCE AÑOS, la Campaña Educación para Todos (EPT) de la UNESCO acabase a nivel mundial con el analfabetismo de niños, jóvenes y adultos, y toda la población del planeta desde la primera infancia tuviese acceso a una educación de calidad al servicio de aprendizajes significativos y permanentes.
[4] Animamos a visitar la web www.proyectofiare.org y verificar la transparencia y publicidad de su operativa, procedimientos de evaluación de las solicitudes de financiación, volumen de depósitos por sectores y préstamos concedidos, así como para obtener información sobre el proyecto.
[5] La web de la HOAC de Andalucía tiene un enlace con el proyecto Fiare.
 
 
   Artículo original  (pdf, 268 kb)
 

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